viernes, 18 de noviembre de 2011

Caridad.


Un peluche, una muñeca, o hasta mi propia almohada... todo servía para descargar mis ganas de encontrar a alguien que lograra comprender que, en este mundo lleno de vanidades y placeres fugaces, existen detalles y cosas más importantes para luchar... la crítica, la mirada seca de la autodenominada "madurez", la realidad, y "el qué dirán" comenzaron a empañar la suavidad de los colores que podía visualizar… Solemos percibir el “día a día”, como una cosa tan vana, pero hay un mundo distinto a la vuelta de la esquina, y ¿qué hacemos por el resto?, mirarnos, sentir lástima, agradecer por “la vida que nos tocó” y continuar nuestro camino… Dios, tú que tuviste misericordia de nosotros, que viste nuestra condición humana, y que sin ser merecedores de nada, a veces nos creemos dueños de algo que no nos pertenece, tú que has sido tan benigno con nosotros, porque diste vida donde nada existía, danos uno poco más de tu bondad, ablanda el corazón de la persona que lea esto, y demuéstrale que tu amor puede cambiar el mundo, enséñanos a amar al prójimo, ayúdanos a comprender que nuestro deber es hacer el bien, muestra tu misericordia con aquellos que no te conocen, saca los prejuicios y dudas de aquellos que secretamente reconocen tu nombre, bendice a todo aquel que alguna vez se sintió solo, porque tú secretamente estuviste allí… es por esto, que agradezco públicamente, y sin ningún pudor la grandeza de tu nombre, porque tu amor curó mi alma y corazón, y sin lugar a dudas, sé que esta carrera no es fácil, pero en ti he apoyado mi vida, y soy victoriosa por tu amor, Amén. (:

0 comentarios: